El mundo en el que vivimos es como es debido a su historia, a aquellos que nos precedieron y cuyas acciones han modificado el rumbo de sus vidas, y con ello, las de los que los sucedieron.
Algunos de esos eventos los conocemos porque han ocurrido hace relativamente poco y aún hay gente viva que puede contarnos (con la subjetividad debida) lo que ha ocurrido. Cuanto más retrocedemos en el tiempo más dependemos de los registros de la respectiva época. En ocasiones ni siquiera hay un registro en palabras, sino sólo elementos contextuales a los que los arqueólogos, antropólogos e historiadores deben dar sentido.
En la Tierra las primeras formas escritas se remontan a alrededor del 6.600 a.E.C, pero no es hasta el 2600 a.E.C. que surgen los primeros escritos históricos.
¿Por qué es importante la historia?
Porque la historia provee a las personas y a las sociedades de un origen. De una identidad cultural común, basada en los sucesos que los envuelven a todos. Piensa en tu país, donde sea que vivas. Seguramente en algún momento, en la escuela, te enseñaron los sucesos que derivaron en la conformación del estado en el que vives ahora. Te han enseñado los conflictos con países o culturas vecinas, y también los conflictos internos que han derivado en divisiones políticas dentro del territorio nacional. Esos conflictos (y sus resoluciones más o menos pacíficas) son una parte de la identidad de tu país.
El mundo que estás creando también tendrá esos conflictos. Un reino peleando con otro, un imperio conquistando reinos más pequeños, o fracturándose desde dentro. Incluso, si hablamos de ciencia ficción, un planeta contra otro, naves espaciales conquistando un nuevo planeta, o un imperio galáctico expandiendo sus fronteras.
Al final, a menos que tu mundo haya sido una utopía desde el inicio de la historia, los conflictos habían marcado el mundo donde tus personajes viven.
Una vez, hace mucho, mucho tiempo
¿Cuánto recuerda tu mundo sobre su historia? ¿Hasta dónde se remonta la historia de los pobladores de tu mundo? ¿Y cuánto de esa historia inicial hunde sus raíces en los mitos?
En la Tierra es fácil ver cómo los antiguos pobladores veían los mitos como parte de la realidad cotidiana. Muchas de las viejas ciudades que persisten hasta hoy en día tienen orígenes mitológicos. Mitos que fueron considerados una realidad durante siglos.
Los historiadores modernos han logrado separar el mito de la realidad científica de esos orígenes en muchos casos, pero otros tantos permanecen tan confusos que es difícil determinar fechas y sucesos exactos. O incluso la existencia real de muchas ciudades mencionadas por los historiadores antiguos.
Así pues, ¿cuánto sabe tu mundo sobre su propia historia? Y sobre todo, ¿cuánto saben las personas que lo habitan? A veces es fácil manipular los recuerdos colectivos para obtener una determinada reacción (solo hay que ver los diversos ejemplos de nacionalismos que pueblan la historia de la Tierra) de la población de una nación. En muchas distopías, por poner un ejemplo, el pasado es eliminado o sustituido por una versión ficticia o muy distorsionada de la realidad histórica.
Conflictos externos
En post anteriores hablamos del clima y la geografía. Ambos factores son un importante origen de conflictos, pues en gran medida ambos afectan a los recursos disponibles. Esto afectará al desarrollo de la cultura, y también influirá en muchas formas a su búsqueda por más tierras o recursos. Esta búsqueda los llevará a territorios nuevos, y con toda probabilidad habitados por otras poblaciones. Este conflicto, este encuentro, puede derivar en batallas, conquistas o (menos frecuentemente, como la historia ha demostrado) a alianzas y tratados comerciales. Cualquiera de esos eventos afectará al desarrollo de esas culturas, ya sea como enemigas o aliadas, y a veces el resentimiento de una conquista puede pervivir a lo largo de generaciones, grabándose en la memoria cultural de una nación.
Una batalla especialmente destructiva, o una situación geográfica especial, puede provocar también que una civilización elija mantenerse aislada. Esto probablemente provocará un avance diferente de su cultura con respecto a los países del mismo área, o la estancará si no hay dinamismo social. La falta de conflictos externos puede permitirle a una nación vivir una época dorada, o hundirla en un declive difícil de detener sin intervención externa.
Camino hacia el futuro…
Las guerras son puntos importantes en la historia. Pero las guerras desgastan a un país y a sus ciudadanos, y salvo conflictos específicos, pocas duran más de unos pocos años. En el tiempo entreguerras, y una vez que la zona se recupera, también pasan cosas. Cosas que también quedan registradas en la historia. La construcción de una muralla importante o de un acueducto que provee riqueza a una región que de pronto se vuelve importante. El desarrollo de una proeza arquitectónica, el descubrimiento de una medicina, o la invención de una tecnología que facilita la vida de la población. Son eventos cuyos efectos se notan a largo plazo, pero afectan en igual o mayor medida que una guerra. Eventos que cambian el comercio, el arte, la cultura de una región. Que pueden hacer resaltar a una nación entre sus vecinas, no por la fuerza, sino por la importancia que los ciudadanos le den.
Y sobre todo, eventos que llevaran a un avance aún mayor, con el debido tiempo, de la técnica, la tecnología, la ciencia, el arte o la sociedad en su conjunto. ¿Qué sería del mundo actual sin la invención de la prensa? ¿Habitarían la Tierra tantas personas como lo hace sin la penicilina, o las teorías sobre gérmenes que ayudaron a asentar los hábitos de higiene, que a su vez han promovido todas las mejoras de las ciudades y hogares para un saneamiento adecuado?
…o hacia el pasado
La historia, sin embargo, no siempre transcurre hacia adelante. O más bien, la historia no avanza. La historia sucede. No hay un determinismo hacia lo que ocurre (a menos que creas en teorías de la conspiración), ni un destino o un futuro preescrito para la humanidad.
La historia está llena de sucesos que lo demuestran. La edad oscura griega, la caída del Imperio romano, la peste negra. Y eso solo si nos enfocamos en Europa. Y en la historia de la humanidad.
Un volcán, o un meteorito mediano pueden acabar con una civilización, o al menos, suponer graves retrocesos. No estoy diciendo que los dinosaurios tuvieran una civilización (lo aclaro por si acaso), pero si hubiera sido así, algo tan sencillo como un pedrusco espacial acabó con su dominio sobre el planeta. Y ahora son pollos y la gente puede verlos en streaming.
Impacto
La historia no es solo fechas de batallas o nombres de reyes. La historia es las razones por las que esas fechas y esos nombre son importantes. Los eventos previos a esas guerras, y sus consecuencias a corto y largo plazo. Su impacto en el mundo que los personajes recorren, y sobre la cultura en la que se han criado. Piensa, ¿cuántas de tus ideas sobre el mundo provienen de la historia de tu país o región y la forma en que eso moldea la cultura en la que vives? La forma en que tu región ve a los de las regiones vecinas, en la que te relacionas con los habitantes de un país u otro… Todo eso proviene de la historia. E igual que tu, tus personajes también tendrán sus propios prejuicios e ideas en base a lo que la historia le ha contado.
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