En este post no vamos a hablar del planeta o mundo como un conjunto de climas, ecosistemas e historia. Los mapas, las ciudades y las razas son temas que podemos ir tomando en cuenta, pero que trataremos en detalle y como es debido más adelante. Tampoco hablaremos del origen del mundo, aunque la cosmología y la cosmogonía serán temas que trataremos otro día.
Ahora mismo vamos a hablar de las bases, a establecer el entorno general del mundo que estamos creando. Más que hablar del planeta como el entorno donde nuestros personajes se mueven (o entre los que se mueven), vamos a analizar su posición en el universo que lo rodea.
Paralelismos y diferencias
¿Qué tan parecido es el mundo que estás creando con el nuestro? ¿Es una realidad prácticamente indistinguible de la nuestra, o es un mundo diferente? Hay muchas cosas que pueden variar sin que el mundo varíe demasiado, y también hay pequeñas cosas que pueden hacer que un mundo sea totalmente incomparable al nuestro. Las leyes de la física, su posición en un sistema solar, o directamente, la ausencia de uno.
No tienes porque convertirte en un experto en astronomía para esto. Tampoco se trata de que calcules la masa del planeta y la distancia exacta con respecto a su sol. Pero si que hagas un pequeño ejercicio de reflexión con respecto a su lugar en el espacio, y que clase de universo dió a luz a tu planeta. Y más importante aún, cómo eso afecta a tus personajes. Hay muchos libros, películas o juegos donde hay varios soles, o varias lunas, o incluso varios mundos o planetas conectados, mágica o científicamente. No en todos se explora cómo esa diferencia puede afectar la cultura, la economía o a la sociedad de tu mundo.
Si amanece dos veces, ¿afecta la intensidad de la luz de ambos soles al discurrir del día? Pregúntate cómo afecta eso al inicio del día, si empieza con el primer o con el segundo amanecer. ¿Y cuando se «pone el sol»? Cómo se explica eso desde la religión, o qué rituales nuevos implica eso. Piensa en los eclipses, las estaciones, los solsticios. En el caso de dos lunas, ¿sus fases están acompasadas? Piensa en las mareas, en los hombres lobo, en todo el folklore relacionado con la luna llena y la luna nueva.
Hay muchos otros temas a pensar a la hora de situar tu mundo en el universo. Si tienes un sistema de planetas gemelos, ¿cómo se afectan entre ellos? ¿Cómo se conectan? ¿Han evolucionado las especies de igual forma, o hay un «gemelo malo» o «feo»? ¿La gravedad en tu mundo funciona igual que en el nuestro? ¿O quizá tus personajes habitan en el interior del planeta, y en vez de sentirse atraídos hacia el centro lo hacen hacia el exterior?
Magia, magia por todos lados
Y ni siquiera hemos llegado a la magia. Quizá tu sistema de magia no sea capaz de afectar a gran escala. Es lo más común, desde luego. Pero si tu mundo cuenta con Dioses, por ejemplo, ¿el rango de sus poderes se reduce al planeta que habitan, o va más allá? Quizá tengas deidades locales, o planetarias, y deidades universales. Una especie de celestiales, o eternos. O deidades cósmicas, nacidas antes de que el universo existiera siquiera. O venidas de otros universos. ¿Cómo afectan esas deidades al universo, y por ende a tu planeta? Quizá tengan la capacidad para afectar las leyes físicas que rodean a tu planeta, o quizá tengan que pagar un alto precio por inmiscuirse con el transcurso del universo. Si tus personajes conocen su existencia, quizá puedan contactar con esas deidades (o enfadarlas). Si todo el mundo las conoce, afectaría con toda probabilidad a la cultura, y si una deidad cósmica caótica pasa por el vecindario planetario, con bastante seguridad afectará al comercio (seguro hay quien compraría papel higiénico, solo por si acaso).
Igual que pasa en la vida real, las leyes de la física que rigen al universo afectan a las leyes físicas que nos rigen a nosotros, de una forma u otra. Las leyes de la magia que deban seguir los astros, o las deidades, o cualquier criatura sobrehumana ahí fuera, tambien deben seguirlas los habitantes de tu mundo. O quizá no. Quizá tu planeta afecta al orden del universo precisamente porque ha logrado escapar a esas leyes, físicas o mágicas. O quizá solo es tu protagonista el que lo ha hecho. Para saber qué normas estas rompiendo, antes es buena idea saber cuales son esas reglas.
¿Planetas?
Tu planeta puede ser cualquier cosa, en realidad. Una nave espacial. Un barco, si toda tu historia transcurre a bordo de un navío. Un asteroide habitado por refugiados o fugitivos espaciales. Una base en una luna o un planeta, desconectados de pronto de su planeta madre. Como siempre, lo que digo es adaptable a tu propia historia, a las ideas que tu tengas. Escribir rara vez funciona con reglas estrictas (salvo quizá si estás escribiendo una tesis, o una teoría científica, pero nos entendemos), y el worldbuilding probablemente es el ámbito de la escritura donde más se aprecia que te dejes llevar por la imaginación. Y es que estamos escribiendo las reglas de tu mundo precisamente para que no tengas que atenerte a las reglas que otros han escrito, así que no dejes que eso te limite.
Mis proyectos
En #ProyectoHeredera todo transcurre en un mundo muy similar al nuestro, así que en este apartado no hay mucho que comentar. Es un reflejo casi idéntico a la Tierra, salvo que entre los humanos habitan criaturas del folklore tradicional, brujos y otras cosas. No hay fuerzas universales, así que todos los poderes están limitados a un ámbito local, o como mucho, cuasi planetario.
En #ProyectoHipotermia el planeta, aunque cuenta con un mapa totalmente diferente del de la Tierra, el sistema solar no es muy diferente. Salvo por un detalle. Hay un sol, pero dos lunas. Una de las lunas es como la nuestra, con unas fases parecidas y el mismo efecto sobre las mareas. Pero la segunda, algo más pequeña, tiene una órbita geosíncrona. Es poco visible durante el día, especialmente a mediodía, pero no desaparece del todo. En el lugar sobre el cual orbita esto ha llevado a un culto divino específico hacia esta triada astronómica, con sus propios mitos, folklore y festividades. Y eso afecta a la sociedad en general, especialmente en las zonas más alejadas de la capital del país. Pero no afecta a otras leyes de la física, que son como las que conocemos en nuestra realidad. El sistema de magia no tiene la capacidad de afectar a nivel planetario, ni mucho menos más allá, y en general las deidades tienen un carácter local.
Hay mucho más de lo que hablar, pero tampoco quiero hacer un post eterno, y ya habrá otras oportunidades para hacerlo. Si tienes dudas, o si quieres compartir algún detalle sobre tu worldbuilding, los comentarios están abiertos y también puedes escribirme en @RavenZiadottir.
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